Son retazos de costa donde el agua se remansa y entra en contacto con el ámbito humano.
Representa la confluencia de mundos en un encuentro equilibrado que conjuga quietud y movilidad, formas y fuerzas, densidad y extensiones que evoca serenidad y sosiego.
El resultado representativo no esconde el suave lirismo y la fina armonía que alcanzan sus composiciones a través de una pincelada suelta, de brillante resolución cromática, que rinde homenaje a lo luminoso, dosificando los matices cálidos y fríos en un intento por elevar el plano de la realidad al nivel de la poesía.